20 años atrás, tuve la suerte de escuchar al maestro Marino Rivero en concierto. En esa noche el tocó solo y sin ayuda de micrófonos o amplificadores. De esta manera tuve la oportunidad de escuchar al Bandoneón en todas sus facetas y en su pura naturalidad. Me quede con una pequeña impresión de la inmensa expresion musical que se esconde en esa pequeña caja. Desde esa noche quede completamente deslumbrado y el Bandoneón se convirtió en un compañero de vida.

En los años siguientes me recibí como Constructor de Órganos Tubulares y Harmonios, y trabajé por muchos años en todas las áreas de este trabajo.

El montaje de órganos me llevo a los mas diversos lugares del planeta. Así trabajé por ejemplo en las salas de concierto de Singapur, Caracas (Venezuela), Barnaul (Rusia), Mascate (Omán), en la Universidad de Música en Nagoya (Japón) y en diversas iglesias y catedrales al rededor del mundo. Muchos años me dediqué específicamente a la construcción y restauración de los tubos de órgano de metal. Durante estos años la intensiva experiencia y la observación asentaron mi conocimiento y mejoraron enormemente mis habilidades como artesano.

Durante este tiempo quedó en mi de todas maneras este pequeño órgano nativo de Krefeld,  del constructor Heinrich Band, el cual me atraía mas que cualquier otra cosa. Así nació y creció con los años el deseo de dedicarme por completo al Bandoneón.

Hoy en dia estoy feliz de tener mi compañía ALMA Bandoneón en Colonia y de dedicarme por completo a la Restauración de este instrumento.